Cada día nos encontramos frente a una infinidad de opciones, posibilidades de ver, hacer y vivir de maneras diferentes. No todas nos conducen a donde queremos ir, pero… ¿sabemos dónde queremos ir?

Quizás has llegado a darte cuenta en algún momento que avanzas, retrocedes o te sientes estancado, sin saber muy bien en relación a qué. Tal vez no distingas hacia dónde quieres o debes ir. Tranquilo, tranquila… En lo único que esto te convierte es en un/una humano/a, y permíteme agregar que si logras darte cuenta de lo primero, ya tienes camino ganado, un punto de inicio para cambiar esa realidad.

QUIEBRES

En varias de mis conversaciones de Coaching, los clientes han llegado visualizando una historia o experiencia pasada de la cual están alejándose (digamos por ejemplo: años de trabajo y éxito como profesional), frente a un momento que llamamos de quiebre, un momento en el que algo importante cambió, cambia o cambiará (el cese de actividades, por ejemplo) y la incertidumbre de lo que viene después, que genera ansiedades, miedos, tristezas, entre otras emociones (ej.: ¿qué haré luego de jubilarme?, ¿cuál es el sentido de mi vida hoy?).

Solemos observar nuestra vida (personal, familiar, laboral) como si se desarrollara sobre una línea recta y continua, que simplemente se extiende desde un punto inicial hacia un punto final, y muchas veces nos ocupamos de proyectar lo que está en el pasado como si eso fuera o tuviera que mantenerse de forma constante hacia el futuro, sin darnos la oportunidad de crear, de recrearnos. Adoptamos un papel pasivo en nuestras propias vidas y decidimos -consciente o inconscientemente- no ser protagonistas. En realidad habría muchas formas gráficas de representar la vida, también en función del tiempo y de nuestros roles, pero créeme si te digo que nada tiene de lineal. ¿Qué quiero decir con todo esto? Que aunque no lo notes, no puedas o no quieras verlo aún, tú y yo estamos en constante estado de cambio y evolución. Y la buena noticia es que en tus manos están y estarán las posibilidades de un cambio positivo y elegido por ti.

Este quiebre que mencioné unas líneas atrás es, por definición, una interrupción en el fluir transparente de la vida, es justamente ese cambio que marca un antes y un después. Este quiebre puede ser inesperado o declarado, lo que significa que puede tratarse de una decisión de cambio o puede ser un cambio que te sorprenda, más allá de que sea positivo o negativo.

TU VIAJE

Y aquí retomo el comienzo del artículo y pregunto nuevamente ¿sabemos dónde queremos ir? En la medida en que no sepamos hacia dónde nos dirigimos, probablemente nos topemos con más quiebres inesperados que declarados, posiblemente naveguemos “acomodando el cuerpo” frente a los sucesos que la marea nos trae, evitando caer del barco. Es una forma bien posible de vivir, de hecho tal vez lleguemos al mismo lugar que si lo hacemos de otra manera -más allá de que crea que el destino no es precisamente el final-. La principal diferencia estará en la experiencia que significará para nosotros el viaje.

Alicia: – Dime gato, ¿cuál es el camino correcto? –

Gato: – ¿A dónde te diriges? –

Alicia: – No lo sé. –

Gato: – Si no sabes dónde vas, poco importa el camino que tomes. –

Alicia en el País de las Maravillas

UN CAMINO HACIA DENTRO

Creo que todo efecto tiene múltiples causas; más allá de esto mi experiencia me dice que una de las más importantes en relación a la falta de dirección, mucho tiene que ver con cuánto nos conocemos y aceptamos, y en base a esto con qué relación existe entre mis decisiones y quien yo soy. Si no sé quién soy, cómo soy, qué hay de valioso en mí, lo que me motiva y lo que no, etc. ¿cómo sabré qué camino o decisiones tomar? Y esto es válido tanto para las personas como para las empresas.

Varios de los profesionales que trabajamos en relación al Desarrollo Personal, Empresarial y Social, dentro y fuera de COLABORA, estamos convencidos de que la capacidad de cambio, la confianza, la toma de decisiones, entre otros objetivos a alcanzar por nuestros clientes, mucho tienen que ver con el encuentro o reencuentro con su propósito, con aquello que son, quieren ser y hacer.

SOBRE EL FINAL DEL CAMINO…

Varios conceptos atraviesan lo que aquí comparto contigo: objetivos, dirección, protagonismo, decisión, Ser y Hacer, camino… ¿Qué te ha llegado de esto, hasta aquí? En base a lo que has leído en este artículo ¿sientes que es tiempo de un quiebre en tu vida? ¿qué requieres cambiar?

Elegí dirigir mi camino profesional y humano hacia la colaboración con las personas y empresas que buscan desarrollarse hacia una mejor versión de sí mismas, ser felices, eficientes y plenas en lo personal y laboral, y compartir esto hacia el bien común. Te brindo mi confianza para que continuemos profundizando sobre este y otros temas, así como tú me has brindado este espacio para compartir algunas ideas. Te invito a comentar debajo lo que te surja y a encontrarnos en las redes sociales.

En el final, te dejo algunas preguntas para tu reflexión, que espero te sean de utilidad:

¿qué es lo que quieres conseguir?
¿para qué es importante lograr eso?
¿qué te dará llegar hasta allí?
¿quién serás cuando lo consigas?

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2 comentarios

  1. Muy claro lo expuesto Edu pienso que todo parte del conocimiento que uno tenga de uno mismo eso no es facil te lleva la vida lograrlo pero vale la pena beso

    1. Te lleva la vida o sólo el momento… adecuado. Cada camino es único y valioso, en nuestro caso agradecemos poder compartirlo con los demás, con gente como vos.
      ¡Gracias por tu comentario, Inés!

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